Tuxpan, Jalisco, 22 de julio de 2014
La tarde de este martes 22 de julio de 2014 estuvo marcada por la riqueza de cuatro experiencias de CEB: Aguascalientes, Torreón, Puerto Escondido y Querétaro. Al compartirse se convirtieron en fuente e impulso que animan la búsqueda por construir una iglesia comunitaria y misionera, que promueve la reconciliación y la paz; una iglesia que vive los valores del Reino y que crece a partir del testimonio cotidiano y creíble de sus miembros.
El XIX Encuentro Nacional de las CEB sigue su rumbo, y de acuerdo a su objetivo anima el “compartir de experiencias como signo de esperanza para la construcción de un mundo nuevo que responda a los desafíos de hoy”. Con esta motivación, la tarde del martes -segundo día de trabajo-se realizó un recorrido por la galería de imágenes con las que se hizo un primer acercamiento a las experiencias que iban a nutrir el encuentro.
Cada una de ellas nos expuso su proyecto. ESPERE (Escuelas de Perdón y Reconciliación), fue la primera experiencia que los hermanos de Torreón Coahuila compartieron. Surge como respuesta a la violencia que vive su comunidad. Es una experiencia de talleres que busca la construcción de la paz desde cada persona y comunidad.
Los hermanos de Aguascalientes nos presentaron su experiencia de Catequesis en comunidad. Tienen como objetivo cambiar la sociedad a partir de la formación humana, por medio de la transformación del método tradicional de la catequesis infantil hacia otro más comunitario.
Las Comunidades infantiles de Querétaro son espacios de formación cristiana donde los niños y adolescentes aprenden a vivir en comunidad y a desarrollar sus capacidades, acompañados por miembros de las CEB, tienen como lema “todos discípulos, todos maestros”.
Puerto Escondido, Oaxaca. La CEBs apoyando en el bloqueo permanente de los hermanos del Paso de la Reina, que llevan cuatro años en la defensa de su territorio para que la CFE no ingrese a realizar los estudios de factibilidad: “No a la presa, sí a la vida”.
Los participantes del encuentro ubicaron estas experiencias y las propias en tres dimensiones: asistencia social, promoción humana y cambio de estructuras. Al final, en un ambiente de debate se resaltó solo la dimensión de la promoción humana en la mayoría de las experiencias. Esto da a entender, que en el trabajo de las CEB existe la necesidad de una mayor proyección social que incida en el cambio estructural.
Para cerrar la jornada de trabajo, el Padre Javier (el “Gallo”) coordinador del núcleo, insistió en que es necesario el testimonio de amor, pues sólo lo que se hace desde la caridad es realmente transformador. A propósito, el Papa Benedicto XVI dice que la Iglesia crece por atracción, no por proselitismo. Es el testimonio creíble de los miembros de la Iglesia el que atraerá a otros a Cristo. En sintonía con el papa, el padre Terriques compartió su experiencia pastoral en la parroquia de Aquila, Michoacán. Trasmitió esperanza y certeza de que puede ser posible el proyecto de Dios desde las comunidades, cuando se deja interpelar y tomar conciencia de la realidad para transformar las situaciones injustas.