jueves, 24 de julio de 2014

Identificar las necesidades antes de juzgar y planear acciones

23 de julio de 2014,  Amacueca, Jalisco

Durante la segunda etapa del día estuvieron presentes el obispo de la diócesis de Ciudad Guzmán Braulio Rafael León Villegas, el padre José Sánchez, coordinador del encuentro en esta sede, y los hermanos presbiterianos Marcela y David, pertenecientes al Centro Latinoamericano de Iglesias. 

José Sánchez dijo que una de las realidades urgentes a atender son los migrantes quienes “vienen desnudos, desprotegidos y hay muchos niños”. La iglesia comunitaria, esa iglesia que busca crear el reino de Dios en la Tierra, clama por el sentir de las comunidades. 

Durante la mañana se explicó el éxodo de Moisés para librar de la opresión de Egipto al pueblo de Israel. Ante esta reflexión, los compañeros de las distintas regiones del país identificaron los signos visibles, que el reino de Dios busca para una mejor comunión. Dichos signos se centraron en las experiencias de los desaparecidos en el norte del país y la defensa por la salud en el centro que se presentaron ayer martes 22 de julio. 
A partir de este trabajo, los asistentes encontraron que el pueblo debe de ser “justo y misericordioso con los hermanos alejados y necesitados”, además vieron la necesidad de clamar justicia por aquellas personas que sufren de la violencia, pues a partir de las situaciones presentadas los trabajos giraron en torno a lo que los participantes en el XIX Encuentro Nacional de CEB vieron en el segundo día de trabajo en la comunidad de Amacueca, Jalisco, la cual es el tercer núcleo con sede en la diócesis de Ciudad Guzmán. 

A partir de que al medio día se formaron mesas de trabajo en donde se discutieron y se visualizaron los signos del reino de Dios para poder juzgar las acciones de las comunidades, se encontraron los siguientes:
  • Trabajar por el bien común, unidos y organizados en los distintos ámbitos (social y eclesial). 
  • Descubrir a Dios buscando nuevas opciones de supervivencia digna de sus hijos alejada del terror y la injusticia. 
  • La renovación, el compartir y la compasión. 
  • Amar y servir.
  • Trabajar con los pobres. 
  • Hacerlos ver que Dios los ama. 

Los anteriores fueron algunos de los signos que los distintos grupos de trabajo identificaron y que deben de estar presentes en las comunidades que buscan crear ese reino justo e incluyente en la Tierra. Para finalizar el trabajo el padre Miguel Quintanilla realizó una reflexión en donde expresó que “se debe de ser callejero en el más estricto sentido cristiano”, pues dijo que no se debe de llegar al activismo, en los grupos más necesitados, pues se debe de seguir el código de “ver, tocar y escuchar” y no solo el hacer y el juzgar a los demás. 

Ya que con lo anterior se podrá comprender mejor las necesidades de los pueblos y de esta manera se conseguirá hacer trabajos mejores para llegar a los objetivos planeados. 
La celebración de este miércoles 23 de julio culminó con una celebración eucarística en donde se dio gracias a los participantes, a un día de concluir con el XIX Encuentro Nacional de CEB, además de una cena-fiesta para agradecer a las familias que están hospedando a los participantes en el encuentro. 

Texto: Alonso Sánchez