Usmajac es una localidad que se encuentra en el municipio de Sayula, al sur de Jalisco.
Para llegar, partiendo de la cabecera municipal, existen dos caminos: la carretera libre Guadalajara-Colima y el antiguo camino hacia el poblado, ambas vías paralelas recorren una distancia aproximada de ocho kilómetros. Usmajac cuenta hoy en día con 6,811 habitantes.
Esta localidad al sur del Estado se estableció con los primeros colonizadores otomíes que aprovecharon la abundancia de agua y de caza lacustre, además de la fértil producción de frutales como guamúchiles, zapotes, capulines, tejocotes y sembradíos de mezcales y nopales.
El nombre de Usmajac, Uxmajaque o Axomaxac, como es llamado en crónicas antiguas, se forma a partir de las raíces náhuatl “uztol” u “oztol” que significa la cueva o la mina y de “maxac”, que quiere decir división. La traducción se puede formar como “Lugar de la mina” o “Lugar de socavones”.
Otra de las teorías acerca del significado de su nombre es que la división, es decir, maxac en náhuatl, se refiere a una división territorial, pues en el extremo oriente de Usmajac se encuentra otra comunidad asentada, conocida como Amatitlán, donde existió una gran hacienda que tenía un bosque y estanque, que aún se puede visitar por la salida oriente del poblado.
De acuerdo a Salvador Manzano, es costumbre caminar de Sayula a Usmajac por un peatonal que existe a un costado del camino viejo. A medio camino se encuentra una capilla de la Santa Cruz, muy venerada, que también es un punto de descanso para quienes van a caminar.
Estas localidades, Usmajac y Amatitán, están llenas de relatos y leyendas sobre la antigua hacienda azucarera que allí se encontraba, y que llegó a ser una de las más importantes del país. Sin embargo, su auge terminó y su esplendor se vino abajo, obligando a muchas familias a emigrar y dejando historias de ánimas que aún pueblan la hacienda.
La parroquia de la Natividad de María, en Usmajac, es uno de los seis núcleos que integran la sede de Ciudad Guzmán para el XIX Encuentro Nacional de las Comunidades Eclesiales de Base.
Texto: María José Villanueva
Texto: María José Villanueva