Un lugar escondido entre la sierra, rodeado de verdes bosques y habitado por gente amable y trabajadora. Eso es Tapalpa, tierra de colores.
Ubicado a dos horas de la capital
del estado de Jalisco, el ambiente tranquilo en conjunto con el paisaje rural
se nota a primera instancia. Las calles aún conservan los empedrados tan
peculiares de un pueblo pequeño al igual que la similitud entre los colores de
las fachadas de las casas del municipio; pared color blanco con guardapolvo
rojo.
La principal actividad económica
del municipio es el turismo, pues cuenta con atractivos arquitectónicos interesantes
de los que se pueden destacar el templo antiguo de San Antonio de Padua que
data desde siglo XVII al igual que el templo nuevo el cual lleva el mismo nombre;
éste construido en 1650 por los franciscanos.
Por otra parte Tapalpa cuenta con
atractivos naturales interesantes como lo es la Presa del Nogal; la Cascada del
Nogal, que tiene una caída de 105 metros lo que la convierte en la cascada más
grande de Jalisco y la tercera más grande del país; por otra parte se
encuentran Las Piedrotas, que son enormes rocas ubicadas a un costado del
camino Tapalpa-Chiquilistlán a cinco kilómetros de la cabecera municipal.
En el lugar también se puede
encontrar variedad de artesanías ya sea de madera, barro, lana y ocochal, mejor
conocido como la hoja de pino. Además existen productores de conservas, dulces
tradicionales como lo son las borrachitas, rompope, cajeta, miel entre muchas
otras cosas.
Eso es Tapalpa, un lugar lleno
tranquilidad, paisajes y atardeceres bellos que no son tan fáciles de describir
con las palabras.
Texto: Fernando Sandoval