lunes, 28 de julio de 2014

Sede Monterrey: Corpus Christi, día 5


25 julio 2014

En este quinto día de encuentro el núcleo 3, inicia con el traslado de los delegados a la Parroquia de San Francisco Javier sede del XIX encuentro donde se realiza la celebración de clausura, en el núcleo 3 se percibió una sensación de sentimientos encontrados ya que como siempre la despedidas son difíciles pero otro lado de alegría por estar en camino de regreso a sus comunidades y las experiencias que vivieron en estos días tanto anfitriones  como huéspedes.

En la Parroquia de San Francisco Javier sede del núcleo 1 de este XIX Encuentro Nacional de CEB, se concentraron todos núcleos para dar inicio a la celebración de clausura con una procesión por las calles alrededor del templo, en donde todos, laicos, religiosos y sacerdotes dan una muestra una vez mas de una iglesia en movimiento que no está callada y denuncia las injusticias mística propia de la CEB. 

Cada núcleo da su aporte de la experiencia vividas en este encuentro y se reconoce que el caminar es un proceso y al hacerlo en armonía con la Palabra de Dios no hace ser libres y constructores del reino aquí en la tierra. Se proclama que en la realidad que vivimos viene el dolor de las reformas y debemos cambiar de actitud, cortar las ramas que no sirven y dejar que los muertos entierren a sus muertos para que se inicie  el cambio que la CEB ocupa. Se reconoce que el encuentro fue una experiencia agradable que mostró la solidaridad entre las comunidades, ha fortalecido el caminar de la CEB pues se comparte el trabajo de todos los miembros de las diferentes regiones y eso nos fortalece a cada uno de nosotros y nos compromete a defender la tierra, el agua y el medio ambiente. Al compartir salen las emociones, tristezas, alegrías, generosidad y aunque cada comunidad es diferente, las comunidades hacen el reino de Dios. Cada comunidad vive una experiencia diferente, pero aun así esa experiencia toca el corazón. Los pobres existen por la dureza del corazón hay mucha alegría de comunicar y compartir que a veces lo la sabemos apreciar. Existe un reto, la pobreza, pero el pueblo de Dios que está vivo quiere seguir a Dios. En el encuentro se vivieron momentos de amor y servicio y mucho trabajo pues los servidores siempre estuvieron pendientes para no preocupar cuestiones exteriores. Venir a este Encuentro es como asistir y comer del banquete que Jesús preparó y del cual quedamos fortalecidos para seguir adelante.

Así mismo las Autoridades eclesiales agracen a primeramente a Dios por este encuentro, por tener al Papa Francisco, la presencia del Obispo Raúl Vera a quien reconocen como un gran respaldo para es XIX Encuentro. También da gracias a Dios por las CEB que aunque no son muchas, las existen están muy comprometidas por los laicos y laicas que las conforman y gracias a Dios por los hermanos y hermanas de la vida consagrada. También expone una reflexión que invita al compromiso, “el discípulo se va con su maestro” y esto significa poner en práctica el mandato de nuestro Señor Jesucristo, ser la sal y luz del mundo en esta sociedad que tenemos y para ello necesitamos la bendición de Dios.
                                        
Proclama

En la lectura de este documento se expresa la indignación por las condiciones actuales donde solo se busca a toda costa el beneficio de unos cuantos a costa de lo que sea sin importar las necesidades básicas de los demás, la violencia, las reformas que no traerán el beneficio que todos quisieran, atropello de los derechos humanos, la contaminación de medio ambiente, la falta de oportunidades de trabajo para jóvenes y profesionistas, entre otros. Las CEB se reconocen como Pueblo de Dios, que comparte su vida y anuncia con esperanza la acción de Dios en su caminar. Por lo tanto la CEB está llamada a ser y hacer signos del reino y unidos a otros grupos u organizaciones se comprometen a  enfrentar los problemas y a participar en las luchas justas de los pueblos y la sociedad actual. Las CEB también reconocen en Jesús su guía estableciendo el compromiso seguirlo con hechos concretos que promuevan la vida digna. Guiados por el Espíritu, la CEB se compromete a ser una Iglesia en la base, en salida, misionera, en constante conversión y solidaria, cuyo centro sea el Reino de Dios; Se pide a Dios y la Santísimo Madre que guíen los procesos comunitarios para avanzar como pueblo de Dios.

Se continua con la celebración y se comparten las ofrendas y se da por clausurado este XIX Encuentro