miércoles, 23 de julio de 2014

Muchos gritos, pocas respuestas

Por: Luis Antonio Villalvazo


Núcleo 1, sede Ciudad Guzmán




El método pastoral que integra los aspectos de ver, pensar, actuar, celebrar y evaluar como camino en toda acción pastoral es una marca que identifica a las Comunidades Eclesiales de Base. Por eso, el diseño y programación de este Encuentro Nacional es reflejo y proyección de este estilo de trabajo. 

Por eso, el punto de partida fue ver, desde la fe, la realidad y toma de conciencia de los gritos de nuestro pueblo en el momento actual fue el tema central en el primer día de trabajo. La agenda de trabajo tuvo tres momentos. Primero, los participantes compartieron los gritos en su región. Luego, en cartulinas expusieron las respuestas que las Ceb están dando a estos gritos. Y al final del día, reflexionaron en las causas de la distancia que existe entre los gritos del pueblo y las respuestas de las Ceb.

Los gritos de nuestro pueblo

Los participantes se dividieron en diez grupos para platicar sobre los gritos más fuertes en sus regiones; eligieron los tres más urgentes y los escribieron en cartulinas. Enseguida, en plenario, alrededor de un altar y sobre un mapa de México, colocaron sus trabajos. Esta fue la síntesis:


  1. La falta de compromiso y organización social que favorece la corrupción de los gobernantes en todos los niveles y su postura de favorecer la privatización y la invasión de las empresas trasnacionales a través de las reformas que son falsas promesas. 
  2. El incremento de la pobreza material, patrimonial y alimentaria en la mayoría de nuestras familias.
  3. La falta de una conciencia crítica frente a la realidad que vivimos.
  4. La crítica situación de violencia e inseguridad en nuestras comunidades donde las muertes, los desaparecidos, las extorsiones… cada día se va agravando, así como la presencia de grupos del crimen organizado.
  5. El deterioro ambiental que está acabando con los recursos naturales de nuestras comunidades por la imposición de mega proyectos avalados por los gobiernos en turno.
  6. El crecimiento alarmante del desempleo y el empleo informal.
  7. La desintegración familiar.
  8. La situación de las nuevas generaciones que cada vez viven las consecuencias por falta de oportunidades en el campo social, laboral y educativo.
  9. El creciente fenómeno de la migración del campo a las ciudades y de las ciudades a los Estados Unidos.
  10. Una fe vivida por costumbre divorciada de la vida; bautizados sin conciencia de su misión y sin compromiso social. 

Las respuestas de las Ceb a los gritos del pueblo


Luego de ver las cartulinas sobre las acciones que están haciendo las comunidades, se escucharon dos experiencias. La primera fue de las Ceb de Cuernavaca, Morelos sobre su lucha en contra de la instalación de un Walmart y a favor de la construcción de un parque. La otra experiencia fue la del Comité de Derechos Humanos de Ajusco, DF que tiene más de quince años a favor de la defensa de diferentes luchas sociales a nivel nacional y actualmente apoyan la lucha de personas de la tercera edad.

La lectura interpretativa de las cartulinas de la galería reportó que la mayoría de las acciones de las Ceb están en la línea de la asistencia social y en el campo eclesial. Que existe un buen número de proyectos en la línea de promoción social como son las cooperativas de ahorro, crédito y producción; experiencias en el campo de la ecología, salud y nutrición alternativas, entre otros. Y también, hay pocas pero valiosas experiencias que están en la lucha por la transformación de las estructuras sociales.


Tarea pendiente

Una primera conclusión es que los gritos de nuestro pueblo, que también son los gritos de Dios no encuentran las respuestas esperadas. Es evidente el vacío de experiencias tanto en el campo de la promoción social como en la transformación de las estructuras sociales. La falta de visión y de compromiso son causas de fondo que están impidiendo que las Ceb sean semilla y fermento en la sociedad. “El sentirnos parte del pueblo pobre y querer poner nuestros tiempos y recursos a favor del bien común, es una tarea pendiente”, dijo el P. Pepe Sánchez a los participantes.

Otra causa, que no le hemos puesto mucha atención es la falta de un relevo generacional en las Ceb. Así lo expresó Amizarith Sánchez, del Ajusco, DF: “Una de las excusas que ponemos para no incidir en el campo social es que decimos que estamos cansados, que nos falta voluntad y otras tantas cosas, pero creo que en el fondo no queremos ver la necesidad de un cambio generacional. La ausencia de jóvenes en Ceb es un hecho y una necesidad. El futuro de este proyecto de Iglesia está en los jóvenes, en su lenguaje que está en las redes sociales y en sus necesidades existenciales. Mucha información se queda en las computadores, porque faltan espacios y experiencias donde los jóvenes demos nuestra palabra y nuestro aporte”.

Así, en medio de esperanzas e incertidumbres cerramos el primer día de trabajo y el primer momento metodológico de ver la realidad.

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